Las unidades BREEZAIR han proporcionado a Mercabarna un sistema de climatización eficaz, por una ínfima parte de lo que costaría un sistema convencional de aire acondicionado. Resultado final: una solución a la altura de las necesidades reales
El sector de la distribución, venta y almacenamiento de flores y plantas vivas es cada día más competitivo y exigente, especialmente aquellos donde el producto es de gran valor añadido y frágil. Es el caso de los productos vivos donde el calor puede tener un efecto negativo en la calidad de los mismos.
En marzo de 2007 el equipo técnico instalador de BREEZAIR de la zona de Cataluña se reunió el promotor del proyecto del nuevo Mercado Central de la Flor en Catalunya (MERCABARNA), que requería climatizar gran parte de sus nuevas instalaciones. Las zonas a tratar tenían 2.200 y 400 m2. Habían valorado instalar aire acondicionado pero ello representaba una enorme inversión, caro mantenimiento y deficientes condiciones de humedad y temperatura sobre el producto a tratar.
La exigencia de no superar los 26oC y mantener una humedad relativa mínima del 55%, obligó a dimensionar la instalación de forma que posibilitara asegurar el realizar 35 renovaciones de aire por hora. Así pues, la instalación que se diseñó fue la siguiente:
- Instalación de 28 unidades BREEZAIR Serie TBA 550 en cubierta, con impulsiones hexagonales y a dos caras.
- Impulsión de 420.000 m3/hora, desde una altura de 4 m con difusión hexagonal, a 6 m con difusión a dos caras orientada a suelo.
Las unidades se conectaron entre ellas de forma que pudieran ser controladas con tan sólo 6 mandos a distancia.
El proyecto se aceptó y en el plazo de 30 días el trabajo estaba ejecutado completamente.
De las mediciones tomadas en el interior del local tras la puesta en marcha de las unidades BREEZAIR, se desprenden los siguientes resultados:
Una vez más, el sistema de bioclimatización de BREEZAIR, se confirma como el más efectivo en grandes volúmenes. Con tan sólo un consumo de 27 Kw. se ha conseguido la necesaria rebaja en la temperatura interior del almacén, a la vez que se renueva constantemente el aire interior por aire limpio y filtrado, obteniendo una mejora substancial del producto.
Aunque con este sistema no hay control sobre la temperatura impulsada, los resultados son satisfactorios.
Esta misma solución se podría haber conseguido con aire acondicionado con un coste 8 veces superior. Los sistemas convencionales resultan caros en su funcionamiento que, además, obliga a mantener puertas y ventanas cerradas. Por último, el producto se hubiera resentido gravemente.
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