Incidencia de la climatización en la eficiencia energética
En la época actual hemos entrado en una dinámica en la que las temperaturas del ultimo año rebasan a las del anterior, que a su vez había sido “la más calurosa del siglo...”. Para paliar esos excesos recurrimos a la climatización, de tal forma que nadie concebimos una oficina sin climatizar, cada vez hay menos viviendas sin ese accesorio e incluso la industria debe climatizarse para garantizar la calidad del producto, y unas mínimas condiciones de confort para los trabajadores, que a la larga se traducen en incremento de producción y seguridad laboral. Pero todo ello lleva a su vez, en una espiral sin fin, a un mayor consumo de energía, que genera contaminación y emisiones a la atmósfera que incrementan el efecto invernadero y por ende contribuyen al calentamiento global. .
La sociedad, que no está dispuesta a renunciar a los logros que aporta la técnica, si debería ser consciente de que ser respetuosa con el medio ambiente la va a reportar más beneficios, y no solo a largo plazo. Y en climatización, no existe sistema con mayor eficiencia energética que los climatizadotes evaporativos, o “bioclimatizadores”.
La climatización evaporativa consigue enfriar el aire que se introduce a la zona a climatizar con el sencillo procedimiento de conducir el aire exterior a través de unos paneles previamente humectados, que al evaporar agua consiguen enfriar todo el caudal de aire y con muy poco coste energético. El consumo eléctrico de un climatizador de este tipo es un 80% menor que el que se requeriría con un sistema convencional, para la misma superficie. Es indiscutible el enorme campo de aplicaciones de este sistema en vivienda pero sobre todo en industria.
Los bioclimatizadores pueden implantarse en grandes superficies, que por su gran consumo energético son imposibles de climatizar con sistemas convencionales. Son los únicos viables en lugares abiertos ya que al climatizar por renovación de aire impiden la entrada de aire caliente del exterior, a la vez que renuevan y limpian continuamente el aire interior, expulsando olores, humos, polvo y otros elementos generados por la propia fabricación, y todo este proceso se hace siempre de la forma más respetuosa con el medio ambiente ya que no hay energía más limpia que la que no se consume.
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